- HISTORIA DEL BORDADO
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Hoy os contamos la historia del bordado, un arte de decorar textiles usada desde la antigüedad. La cúspide de la artesanía textil. En sus comienzos, la artesanía se realizaba con motivos litúrgicos, en prendas de vestir u ornamentos religiosos, pero con el paso de los siglos se volvió un arte popular que confería elegancia a las prendas de la burguesía y las clases altas.
Los primeros bordados nacieron en Oriente. Los artesanos se especializaron en adornar textiles con motivos especiales y decoraban las prendas con unos diseños impecables y muy novedosos para la época. Los bordados más antiguos y famosos proceden de Mesopotamia, por lo que la invención de este arte que aún perdura a día de hoy se les atribuye a los babilonios. Más tarde este arte se exportó a Egipto y se desarrolló con los ricos telares egipcios.
Más tarde, este arte pasó a Europa Occidental. Las ropas y los textiles bordados eran usadas exclusivamente por la nobleza y las clases altas, cuyos diseños y dibujos se inspiraban en los antiguos motivos persas y bizantinos. Las mujeres de la corte usaban telas muy bordadas y con acabados exquisitos, muy refinados, para marcar su estatus y su nivel de vida. Al contrario de lo que se piensa, los hombres también vestían escotes, dobladillos, puños bordados y un estilo muy opulento por el mismo motivo que ellas. Sobre todo, en cortes como la francesa.
La ropa sacerdotal, que era uno de los pilares de Europa, se cosía y bordaba con especial delicadeza y las mejores telas y textiles que podían conseguir. Se bordaban hilos especiales y piedras para otorgar más elegancia y distinción.
Durante el renacimiento se puso de moda el punto de cruz, el bordado a realce. Este tipo de bordado tiene un alto relieve y en esta época se pone de moda para imitar el trazo de los pinceles en pintura. Aquí, la destreza técnica de los bordadores crea verdaderas obras de arte donde el hilo y la elección de colores muestran detalles exquisitos y crean piezas únicas con detalles increíbles, como el hilo de oro matizado.
También se puso de moda el bordado a canutillo, que se convirtió en una de las enseñanzas básicas en la educación de las niñas, en todas las clases sociales. Era muy usual que las mujeres jóvenes preparan su dote cosiendo a mano las iniciales de los novios en los textiles de la casa. El bordado se popularizó y el punto cruz, la técnica más utilizada, se extendió por toda Europa.
Hasta día de hoy y durante siglos, este arte se ha mantenido y ha dado lugar a la gran riqueza de textiles y piezas de arte que tenemos hoy en día. Desde las pequeñas piezas realizadas por nuestras abuelas, hasta los vestidos de alta costura de las modelos o las famosas. El bordado, manual o automático, es un arte que perdurará en el mundo de la moda.
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